lunes, enero 01, 2007

Flores de enero (2)

Con Baruch y René
Curioso, por lo menos, que cuando reflexionaron sobre el ser, Descartes y Spinoza se limitaran a distinguir las cualidades de extensión e inteligencia. Basta el sol de cualquier mañana para constatar que el ser es, además, radiante...

Pero no se trata solo de la radiación solar (lo que nos devolvería a la discusión, si no me equivoco todavía sin zanjar, sobre la naturaleza de la luz), sino a las muchas radiaciones de la materia (que cualquier aparato de hoy revela sin dificultad)... Para no hablar de las desconocidas, pero presumibles, radiaciones de la inteligencia...