miércoles, enero 26, 2022

UNA NOCHE

 


La belleza me despertó, o desperté a la belleza, alrededor de mis 14 años. Como si algo me sacudiera por dentro, experimenté de pronto una forma de conexión con todo lo que me rodeaba. Aquella noche había salido a caminar por las calles solitarias de mi barrio. La luna plateada iluminaba las nubes fugaces. Noche fría, tal vez de enero. Y así, caminando sin rumbo ni propósito bajo el cielo nocturno, la belleza de la noche me hirió sin aviso previo, despertándome a la conciencia rotunda, irrevocable, de mi soledad y de mi unidad con lo que me rodea; conciencia de un exilio, pero también promesa muda… Solo ahora me pregunto qué parte o qué dimensión de mi ser experimentó aquello, y solo puedo responder que no fue una parte de mí mismo -no mi conciencia, no mi cuerpo, no mis sentidos-, sino aquello que los organiza, que los unifica -la integridad o totalidad de mi ser. ¿El mundo me estaba hablando? ¿La belleza es su lenguaje?  ¡Qué grande y hermoso misterio! 

domingo, enero 23, 2022

LEYENDO A TAGORE

 


                    “Entender alguna cosa es encontrar en ella algo que es propiedad nuestra, y es este                                     descubrimiento de nosotros mismos fuera de nosotros mismos lo que nos causa alegría.”

                                                            Rabindranath Tagore, “Sadhana”.

Creo que lo fundamental de las epistemologías críticas de la modernidad europea y de la ciencia asociada a ella, no es la anulación de la dualidad sujeto/objeto, que en última instancia no puede negarse, sino más bien el reconocimiento de que ambos, sujeto y objeto, son el resultado del mismo proceso cosmológico, este sí único, y en esa medida están indisolublemente imbricados. Al  tiempo que un  despliegue y manifestación, el cosmos es un proceso de conocimiento.