jueves, diciembre 01, 2022

REFLEXION Y REFLEJO

 

Me asomo a las palabras con ánimo de explorador, de niño travieso, y jugando con ellas, desarmándolas, doy con hallazgos inesperados, como esta seductora cercanía entre reflexión y reflejo. Montañista al fin y al cabo -que lo soy-, hundo mi piqueta en la roca para extraer de ahí la lección, la joya oculta, y digo que, en efecto, toda reflexión es un reflejo, y cuando digo “reflejo” quiero decir exactamente eso: toda reflexión es un destello de la luz de la conciencia proyectada hacia el mundo, que se devuelve para descubrirse o revelarse a sí misma, aunque del mundo, propiamente, poco o nada hayamos descubierto. Toda reflexión es un destello de la luz de la conciencia, de la luz de la inteligencia, y apenas eso. El mundo, allá, sigue siendo un misterio. Pero tengo que ir más lejos, y digo que si las imágenes del mundo que heredamos y construimos para orientarnos en este breve tránsito incierto son solo reflejos, entonces vivimos dentro de una campana de cristal iluminada desde dentro, y estas palabras son al mismo tiempo la luz y el cristal donde me espejo.