viernes, abril 17, 2020

HUMEDAD



Humedad secreta que fluyes en lo oscuro, encuentra tu camino hacia lo hondo y profundo, escúrrete entre las ruinas cavernosas, las derruidas sombras de la tierra, y horada, con la perseverancia que te caracteriza, el camino hacia la luz.

Humedad lechosa que flotas y te espesas en el umbral del alba, elévate una vez más hacia lo alto y precipítate en las tardes sin fin, para deslumbrarnos con la lluvia y su misterio elemental, siempre renovado.

En ese fluir, en ese recorrido incesante se gesta y circula la vida. Por eso digo que eres el rostro más sutil de Dios. Pero Dios tiene muchos rostros.

Incluso cuando te encarnas en lo humano te asemejas a Él, vestida de rojo en forma de sangre o en la infinitamente sutil sequedad de la lágrima, la blancura tímida del semen o la secreción de la vagina ardiente en el umbral del placer.

Te celebro, hermana. En esta página testifico tu tenacidad de río, tu hondura de océano y tu delicia de remanso.

¿Cómo, de ser apenas sospecha en la bruma, llegas a tanto? ¿Qué ocurre para que el vaho se materialice y tome forma de salto? Ese es tu misterio, ese es tu secreto y por eso nos rendimos y te reverenciamos.

De El diccionario interior.