Cuida nuestros pasos por la tierra
Tráenos viento fresco en las mañanas soleadas
y no olvides nuestro alimento
Maíz y frijoles
Nueces y algas
Hongos y frutas
Pescados y aves
Todo lo que brota de tu vientre incansable
aunque seas vieja como la barranca o el ceibo
El asombro que nos produces no conoce límites y no cesa
Tu risa es fresca como el ojo de agua
Y tus lágrimas viejas como las piedras
No olvides darnos sombra en los días calurosos
Y concédenos un rayo de sol en las tardes más frescas
Tu nos conoces bien
Nos has visto crecer
Alentaste a nuestros padres y a nuestros abuelos
y los acogiste cuando sus fuerzas se extinguieron
Sabes de nuestra fragilidad
Por eso nos cuidas
Por eso te invocamos y queremos
Abuela vieja y venerable
con el rostro curtido y las venas saltonas
Vieja y amada Ixmucané
Cuida de nosotros
Amén