domingo, septiembre 16, 2012

Para conocer
las entrañas

de la Tierra

hay que subir
a la montaña

lo profundo irrumpe

y se eleva




lunes, septiembre 10, 2012

ANGUSTIA


Esas montañas
donde la oscuridad avanza disolviendo
las certezas
llevan mi nombre
sin saberlo

el leopardo de la noche acecha el valle
tembloroso de terror y de impotencia

perder pie

vaciarse por dentro hasta
adquirir ese aspecto
fantasmal

miércoles, septiembre 05, 2012

GUADARRAMA

Hacía muchos meses anhelaba caminar por las montañas que rodean Madrid, tantas veces contempladas a lo lejos. (¡El mismo llamado que a menudo siento en  Costa Rica, especialmente de los Cerros de Escazú...!) El domingo pasado, ¡por fin!, caminata solitaria por el Parque Regional de la Cuenca Alta del Río Manzanares. Caminata intuitiva, sin mapa ni guía, dejándome llevar tan solo por la visión de las montañas a lo lejos, anhelando ardientemente pisar esas peñas rocosas.
Al principio nada parecía ir bien: los caminos confusos, la entrada dificultosa, los accesos bloqueados....
Luego, poco a poco, venciendo obstáculos, dar con el sendero, encontrar mi camino...
Deliciosa sensación de pérdida, de extravío. Deleite de ignorar dónde se está.
Administrar el agua y las energías; mantenerse fiel al llamado de las rocas...
Por fin las piedras, los líquenes secos al final del verano. Los colores rosas, ocres, amarillos pálidos... Una conjunción extraña, inconcebible salvo ante la evidencia, de dureza y suavidad; de fuerza milenaria y sutileza...
Anidar, encontrar refugio durante algunas horas: el silencio, la alta soledad... Avidez, deleite...
Encuentro en la fotografía otra forma de jugar con las cosas.