Una bitácora del día a día, mes a mes, año a año, con textos incómodos o inconexos, de esos que no encuentran cabida en otro sitio, hasta que la muerte u otro bicho o alimaña se aparezca o nos separe... perecgeorges@gmail.com
martes, diciembre 27, 2011
Vida (Los días y sus dones, 1980-2001)
domingo, diciembre 18, 2011
CONSENSO Y LITERATURA EN COSTA RICA
viernes, diciembre 16, 2011
HONGOS A LA LUNA LLENA
Vino blanco o vino de arroz
Una mujer, preferiblemente con pechos grandes.
Lavar las setas cuidadosamente.
Dejarlas reposar
una noche completa
bajo la luz
de la luna llena.
Invitar a la mujer a beber el vino.
Convidarla a comer las setas.
Hundir el alma en ella.
viernes, diciembre 09, 2011
COINCIDENCIAS
Ahí encuentro una breve sección titulada "El jardín del niño", que incluye, entre otros, estos poemas:
EL COLIBRÍ
¡El príncipe del jardín!
Por ti se visten las rosas
con su traje carmesí.
Colibrí.
A todas besas y a todas
prometes tu corazón.
Rondaflor.
¡Pero ellas saben que no
te casarás, picaflor!
LOS ZOPILOTES
¡Qué tristes son en invierno,
parados en los tejados,
los zopilotes negros.
¡Lindos se ven en sus vuelos,
cuando están bien encumbrados
por el cielo azul de enero!
EL MARTÍN PESCADOR
Parado en su verde rama
está el martín-péscador.
- ¡Pronto, martín, al agua,
que se asoma un pez de plata
bajo los juncos en flor!
Además de disfrutar y admirar la sencillez de su lenguaje y la belleza de sus imágenes, los traigo a cuento porque hace ya bastantes años -allá por 1997, creo-, escribí también una breve colección de poemas dedicados a los pájaros de Costa Rica, que desde la infancia -cuando cruelmente los mataba- admiro y amo. Aquí van algunos:
miércoles, diciembre 07, 2011
DESMONTO MI BIBLIOTECA
FOGATAS
levantan cuernos de fuego.
Por el monte van los toros
asediados por el viento,
llevan altos cuernos de oro
y sus cuerpos de humo negro.
¡Por el monte, toros fieros,
con sus cuernos de oro y fuego!
Fernando Luján, (1912, 1967)
De Tierra Marinera (1940)
lunes, noviembre 14, 2011
Viajes (Los días y sus dones, 1980-2001)
viernes, octubre 21, 2011
Una de Pound
Ezra Pound
viernes, septiembre 30, 2011
De "La caída" (Camus)
Aquí entre nos: la servidumbre, de preferencia sonriente, es inevitable. Pero no debemos admitirlo. A quien tiene esclavos, ¿no le conviene llamarlos seres libres? Por cuestión de principios, de entrada, pero también para que no desesperen. Les debemos esa deferencia, ¿no es así? De esta forma conservarán su sonrisa y nosotros la buena conciencia, sin la cual nos veríamos obligados a mirarnos y enloqueceríamos de dolor, o quizás nos volveríamos humildes, algo temible.
sábado, septiembre 24, 2011
Cita citable
Ugo Cornia
Sobre la felicidad a ultranza
miércoles, septiembre 14, 2011
¿QUÉ ES UNA HISTORIA?
Una segunda tentativa sería señalar que “para que algo nos suceda”, debe tratarse de cosas importantes, pero eso nos obligaría a preguntarnos qué cosas pueden considerarse universalmente “importantes”: ganar la lotería puede ser un acontecimiento importantísimo en la vida de alguien e irrelevante en la de otra persona, y respirar puede ser algo totalmente trivial o investirse de la mayor importancia.
domingo, septiembre 11, 2011
Sueños (Los días y sus dones, 1980 - 2001)
miércoles, septiembre 07, 2011
la actitud
martes, septiembre 06, 2011
domingo, septiembre 04, 2011
bola de cristal
Y te asomabas a la Web con la misma ansiosa expectación que a una bola de cristal, no con ánimo de conocer el futuro, sino el pasado y el presente.
miércoles, agosto 31, 2011
SOLEMNIDAD (Los días y sus dones, 1980-2001)
Por alguna razón tendemos a tomar más en serio lo solemne, lo grave y lo patético, como si esa sola condición lo acercara más a “la verdad”. Pero nuestras pequeñas verdades de cada día pueden expresarse en diferentes registros emocionales y lingüísticos sin alterar su contenido.
***
Hay quienes piensan que reir es prohibido en el trabajo.
***
Mi escritura salta sin cesar de una liviandad juguetona a una patética grandilocuencia.
***
Lo aburrido de lo solemne es que es aburrido. (¡Fuera de aquí, estúpido solemne, lunático aburrido!)
sábado, julio 30, 2011
DOS APUNTES
sábado, junio 04, 2011
LOS ESCRITOS DE ERIK SATIE
INDICACIONES DE CARÁCTER
A flote
A la napolitana
Abra la cabeza
Acariciador
Aconséjese atentamente
Acribillado
Acumulativamente
Adoptar aire falso
Afectando demasiada importancia
Afirmativo
Agitado
Alegremente
Alegría moderada
Alto
Aminorar con amabilidad
Aminorar con bondad
Aminore mentalmente
Ampliando la cabeza
Ampliarse
Amplíe su impresión
Amplio de miras
Apaciblemente
Apague
Arrulle
Atentamente
Atrase despacio, sin ambages
Atrase una hora
Bailando
Bajamente
Bastante alerta
Bastante encendido
Bastante frío
Beba
Blanco
Brutal
Caeremoniousus
Caiga hasta el debilitamiento
Calmado sin lentitud
Calmado y profundamente suave
Cante
Cante seriamente
Casi invisible
Claustralmente
Como un animal
Como un ruiseñor con dolor de muelas
Como una suave petición
Con asombro
Con ceremonia
Con convicción y tristeza rigurosa
Con deferencia
Con dos manos
Con el rabillo de la mano
Con el rabillo del pensamiento
Con energía
Con entusiasmo
Con fascinación
Con fuerza
Con la cabeza
Con la mano en el corazón
Con lentitud
Con más soltura
Con mucha seriedad y una gravedad cortés
Con mucho cuidado
Con precaución y lento
Con sencillez
Con ternura
Con tristeza
Con tristeza y fatalidad
Cn un candor recatado pero conveniente
Con un profundo olvido del presente
Con una gran bondad
Con una justa cólera
Con una ligera intimidad
Con una sana superioridad
Con una tímida devoción
Con una tímida piedad
Concentrarse en la renuncia
Convencer
Corpulentus
Corra
Cuidadosamente
De cuerpo
De lejos
De lejos y con aburrimiento
De lo alto de usted mismo
De manera que obtenga un hueco
De dientes afuera
De un soplo
De una manera muy particular
De reojo y contenido por adelantado
Despegado sin aridez
Determinado
Doble cuidadosamente
Doble lentamente
Empapar
Empaparse
En blanco e inmóvil
En el gaznate
En el más profundo silencio
En la boca del estómago
En llamas
En lo mejor
En pleno pecho
Engordar
Enigmático
Epotus
Establecerse
Esté como encendido
Evite toda exaltación sácrílega
Exaltado
Fisiognómico
Flotando
Fríamente
Fuera y doloroso
Graciosamente
Grandioso
Guiñando el ojo
Hábilmente
Haga como yo
Hipócritamente
Ignorar la propia presencia
Illusorius
Imitativus
Impasible
Importante
Indudable
Inflexible
Interrogue
Intimidar
Invitarse
Irónicamente
La cabeza entre las manos
La espalda encorvada
La mano sobre la cabeza de su alma
Lacado como un chino
Lágrimas en los dedos
Latoso
Lechuguino
Lento y doloroso
Lento y grave
Lento y triste
Ligero
Ligero, pero decente
Los huesos secos y lejanos
Llano
Lleno de sutilidad, hágame caso
Llévelo más lejos
Llore como un sauce
Macilento de cuerpo
Más blanco
Más íntimamente
Más pesado todavía, si es posible
Melancólico
Mirándolo dos veces
Mirándose de lejos
Misma afirmación pero más interior
Misterioso y tierno
Moderado y muy aburrido
Modestamente
Mover hacia dentro
Muévase
Muy aburrido
Muy afectuoso
Muy blanco
Muy confuso
Muy conveniente
Muy cristianamente
Muy perdido
Muy reluciente
Muy sinceramente silencioso
Muy turco
Naturalmente
Necesariamente
Negligentemente
Negruzco
No cambie de fisonomía
No coma demasiado
No demasiado sangriento
No hable
No pierda el norte
No salga
No se atormente
No se engría
No sude
No tosa
No trague
Noblemente
Nocturnamente
Nocturnus
Obedecer
Obligatoriamente
Opacus
Oscuro
Paedagogus
Palidezca
Pálido y hierático
Paramirar de cerca, no más
Paso a paso
Paululum
Permanezco (poco) justo delante de usted
Pesado
Por completo
Positivamente
Postule ustedmismo
Preciosamente
Provéase de clarividencia
Que su emoción sea suave
Quédese atónito
Rasque
Rebote someramente
Rehuya el sonido
Respire
Retire la mano y métasela en el bolsillo
Sabiamente
Seco como un cuco
Ser visible un momento
Seriamente pero sin lágrimas
Siga sin perder el conocimiento
Siga recto
Sin grandiosidad
Sin irritarse
Sin lustre
Sin maldad
Sin nada de poesía
Sin orgullo
Sin ostentación
Sin pestañear demasiado
Sin prisas
Sin que el dedo se ponga colorado
Sin ruido, vuelva a hacerme caso
Sin temblar demasiado
Sobre la lengua
Sobre terciopelo amarillecido
Solo, durante un instante
Sonría
Súbase sobre sus dedos
Subitus
Substantialis
Supersticiosamente
Tan tranquilo
Temblar como una hoja
Tierno
Triste
Un poco caliente
Un poco cocido
Un poco rococó pero lento
Valientemente fácil y complacientemente solitario
Váyase
Vea
Verdaderamente
Virtuoso
Viscoso
Visible por un instante
lunes, mayo 30, 2011
UNA DE LEVRERO
Mario Levrero
(Montevideo, 1940-2004)
El discurso vacío.
(2007)
domingo, mayo 22, 2011
MADRID
Hace pocos días, le comentaba a un amigo haber visto entonces un batallón de jóvenes conscriptos haciendo sus prácticas de "la mili" en El Retiro, y registrar como algo especial y llamativo el hecho de que entre ellos hubiera un joven negro. Recuerdo también haber visto en alguna caminata nocturna a otro joven de evidente origen africano trabajando en la recolección municipal de la basura.
domingo, abril 24, 2011
SOCIALISMO (Los días y sus dones, 1980-2001)
***
Encuentro casual y cervezas con el escritor Joaquín Gutiérrez. Le pregunto cómo ha vivido el derrumbe del mundo socialista y me responde: la clase obrera rusa era ladrona, borracha e indisciplinada. Les hizo falta pasar por los horrores del capitalismo naciente para apreciar lo que tenían con los soviets… Yo lo escucho sin poder creerlo. ¡Ahora resulta que los responsables y causantes del fracaso socialista fueron los obreros!
***
No olvidar que la revolución es –también–, mirarse en el espejo más terrible: cada día.
***
Sin afán de ser pesimista: ¿cómo esperar que los pueblos se sacudan la opresión si la sola subsistencia es un acto de heroísmo?
***
Entre las mentiras más exitosas de fin de siglo, se cuenta la que afirma que la debacle del socialismo acabó con las utopías. Lo que nadie nos explica es que la sociedad en la que vivimos se sustenta en otra utopía. Sí: la utopía tecnológica, el cuentito de que las computadoras y la Internet y la exploración espacial y otras cosas por el estilo van a resolver nuestra situación como por arte de magia, y todos vamos a vivir felices y como hermanitos. La arcadia tecnológica es tan ilusoria como su prima-hermana, la utopía política. Ante el ocaso (¿momentáneo?) de las utopías sociales, nos refugiamos en la utopía tecnológica. Así pues, la utopía ha muerto, ¡viva la utopía!
sábado, abril 02, 2011
TIEMPO
Todo de nuevo
Y nada nuevo
Mentiroso Impostor
Todo idéntico
Y yo más viejo
abril 2011
viernes, abril 01, 2011
jueves, marzo 17, 2011
PARTIR
El que parte, se parte: sabia esta lengua en cuyos pliegues se dibuja esta verdad.
Algo de nosotros queda en lo que queda, en los que quedan, y al partir, también nosotros nos partimos en pedazos.
Y como siempre estamos partiendo hacia alguna parte, siempre andamos divididos.
Ahora bien, siempre estamos partiendo pero habitualmente volvemos a nosotros, a los otros que son con nosotros, y así nos reunimos, aunque el que se fue y el que vuelve no sean el mismo, no sean lo mismo, de ahí el eterno desencuentro entre nosotros.
Esa es una cosa, pero está esta otra:
¿Qué de los que parten y luego ya no vuelven? ¿Los que se van definitivamente? Esos dejan un pedazo que continuará aleteando entre nosotros como el trozo languideciente arrancando a la cola de una lagartija. Los que no regresan no parten, se arrancan. Esa ilusión de un nuevo principio anima al que parte sabiendo que no volverá.
Hablo, aquí, de los que parten de su tierra hacia otras tierras, por ejemplo.
Pero está esto otro, también, lo obvio y sin embargo tan obviado: que todos partiremos.
¿Será -me pregunto a veces- que tras partir definitivamente nos reuniremos al fin?
viernes, marzo 04, 2011
De "LOLITA" (II)
“Trataría de librarse del dolor del deseo estampando de entrada y con firmeza su labios resecos contra los míos; luego mi amada se retiraría en medio de un nervioso balanceo de su cabello, para después regresar ominosamente permitiéndome abrevar de nuevo en su boca entreabierta, mientras con generosidad dispuesta a entregarle todo -mi corazón, mi cuello, mis entrañas-, yo ponía en su puño crispado el cetro de mi pasión.”
martes, marzo 01, 2011
lunes, febrero 28, 2011
DE "LOLITA" (Ejercicio de traducción)
Permítanme entonces, primero que nada, describirles a Annabel, diciendo que era una adorable chiquilla algunos meses menor que yo. Sus padres eran viejos amigos de mi tía y tan enfermizos como ella. Habían alquilado una villa no lejos del Hotel Mirana. Calvo-castaño el Sr. Leigh y gorda y granulada la Sra. Leigh (nombre de soltera: Vanessa van Ness). ¡Cuánto los destestaba! Al inicio, Annabel y yo abordamos temas periféricos. Ella alzaba puñados de finísima arena que dejaba escurrir entre sus dedos. Nuestros cerebros estaban dirigidos como los de cualquier preadolescente inteligente de nuestra época y condición en Europa, y me pregunto cuánto de mérito personal cabe atribuir a nuestro interés por la pluralidad de mundos deshabitados, el tenis competitivo, el infinito, el solipsismo y otras cosas parecidas. La fragilidad y dulzura de los cachorros de cualquier especie nos causaba a ambos el mismo dolor intenso. Quería ser enfermera en algún país asiático devastado por la hambruna, yo deseaba convertirme en un espía famoso.
De pronto estábamos torpe, loca, desvergonzada, agonizantemente enamorados; desesperanzadamente también, debo decir, puesto que aquél frenético deseo de posesión mutua solo podría ser apaciguado empapándonos y asimilando cada partícula del alma y la carne del otro; pero henos ahí, sin posibilidad alguna de salir y noviar como hasta dos chiquillos de barriada hubieran podido hacer sin contratiempos. Luego de una tentativa loca nos encontramos una noche en su jardín (del cual diré más adelante); la única privacidad que nos permitían era no ser escuchados pero jamás quedábamos fuera de la vista en la parte más concurrida de la playa. Ahí, en la suavidad de la arena, alejados algunos metros de los adultos, nos explayábamos toda la mañana en el paroxismo inmóvil del deseo, y aprovechábamos cada bendito resquicio en el tiempo y el espacio para tocarnos: su mano, medio oculta bajo la arena, se escabullía hacia mí, sus delgados dedos castaños como sonámbulos más y más cerca cada vez; luego su rodilla opalescente iniciaba un largo y cauteloso viaje; a veces una barrera interpuesta por chicos menores nos brindaba suficiente refugio para mordisquear los labios salinos del otro; estos contactos incompletos condujeron nuestros inexpertos, jóvenes y saludables cuerpos a tal estado de exasperación que ni siquiera el agua fría y azul, bajo la cual todavía nos atenazábamos, nos brindaba sosiego.
Entre los tesoros que extravié en los vagabundeos de mi edad adulta, había una instantánea tomada por mi tía en la que aparecían Annabel, sus padres y el aburrido, torpe, envejecido cortejante de mi tía, un tal Dr. Cooper, reunidos alrededor de una mesa en la terraza de un café. Annabel no salió bien, sorprendida en el instante de doblarse sobre su chocolat glacé , y sus delgados hombros desnudos y la línea de su cabello es todo lo que la identificaba (tal y como recuerdo la fotografía) en medio de la veladura del sol dentro de la cual su perdida belleza se desvanecía; y yo, sentado algo aparte del resto, aparecía con una especie de escandaloso dramatismo; un irritable muchachito de cejas prominentes en camiseta deportiva oscura y bien tallados pantalones claros por la rodilla, sentado de perfil, con las piernas cruzadas y la mirada perdida. La fotografía fue tomada el último día de nuestro fatídico verano, apenas algunos minutos antes de nuestro segundo y último intento de remontar el destino. Bajo los más inverosímiles pretextos (era nuestra última oportunidad y ya nada importaba) nos escabullimos del café hacia la playa hasta una solitaria lengua de arena, y ahí, bajo la sombra violácea de unas rocas que formaban una especie de cueva, tuvimos una sesión de ávidas caricias, teniendo por único testigo los anteojos de sol abandonados por alguno de nosotros. Ya de rodillas, justo en el momento de tomar a mi amada, dos bañistas barbados -el viejo del mar y su hermano- emergieron de las olas profieriendo vulgares expresiones de apoyo, y cuatro meses después ella moriría de tifus en Corfú.
viernes, febrero 25, 2011
SENTIR
i
Palpo. Lo ajeno se hace real, me toca, dialoga conmigo, se pone a mi nível, desmiente la creencia de que solo existo yo o a lo más otras sombras semejantes con las que me cruzo en el camino. (Existe, sospecho, una suerte de ley existencial que nos impele al solipsismo, que se compensa y equilibra mediante la evidencia tangible de lo otro que aportan mis sentidos.)
Palpo. Me abro a lo otro. Lo otro me interpela, me interroga. Se acerca, viene a mi -o voy a ello- y de ese encuentro surge la conciencia de mi ser, de ser algo semejante a eso que dialoga conmigo. La apenas-sombra que era yo mismo hace un momento adquiere, de pronto, vigor y densidad: la realidad de eso-otro que toco, que palpo, que siento, revela mi realidad.
No soy eso pero soy-como-eso, eso-es-como-yo.
¿Qué somos? ¿Somos lo mismo?
ii
Entonces aparece algo -alguien- que, como yo, trae esa interrogación estampada en su rostro; alguien que -como yo-, modula en sonidos esa misma duda: ¿Somos lo mismo? A diferencia de todo lo otro que me ha interrogado a través de los sentidos, esto que ahora toco, esto que ahora miro, con lo que dialogo ahora, trae la misma pregunta atravesada en sus sentidos.
Y es, paradójicamente, compartir esta duda -¿somos lo mismo?- lo que me lleva a reconocerte como mi igual, lo que me lleva a reconocerme en vos, lo que me confirma que somos lo mismo.
martes, febrero 22, 2011
ALBA MALVA
que emergiera de las aguas
se levanta
vestida de blanco
la mañana
me toma entre sus brazos
me despierta con sus besos
me suspende y sumerge
y no sé más quién soy
alba malva
rosa enconada
oscura y profunda
pura contradicción
febrero 2011
lunes, febrero 14, 2011
EL DETECTOR DE MIERDA
¿Pero qué es el “shit-detector”? (Solo formular la interrogación me avergüenza un poco y me recuerda la respuesta de Louis Armstrong a una periodista que le preguntó qué es el jazz: If you dare to ask it, babe, I´m afraid you´ll never know the answer…) En primera instancia y antes que nada, el shit-detector es la capacidad de reconocer lo falso, lo impostado, lo pre-fabricado -o como diría el piedrero de mi barrio, lo hediondo- en todo lo que nos rodea: personas, situaciones, discursos, etcétera.
Como un software malicioso, el shit-detector se instala en uno a raíz de un disloque, una disonancia, una desavenencia con la realidad: algo hay podrido en Dinamarca. No basta el éxito, no basta el dinero, no basta la felicidad comprada a plazos o de contado, en baratillo o por docena. El shit-detector es esa mala leche amarga que nos permite penetrar en los resquicios de las buenas conciencias y olfatear la podredumbre bajo la alfombra blanca o bajo el piso de tierra. Algo hay podrido en Dinamarca: no creo en tu inocencia, Adán de porcelana, Eva de melanina... Esa pose de santulona iluminada reservala para las vecinas en la verdulería, y la tuya de perdonavidas para los amigos en el club o en la cantina, porque aquí, desde siempre y hasta que alguien me demuestre lo contrario, todos tenemos las manos sucias…
Pero, como diría Cantinflas, “ahí está el detalle”: todos tenemos sucias las manos: empezando por mí. Sí, empezando por mí…
Fue Hemingway -y no yo- quien escogió la metáfora escatológica: la capacidad de olfatear y reconocer la mierda ajena surge y se desarrolla a partir de olfatear la propia. Ahí está el detalle. Ya lo decía algún personaje de Cien Años de Soledad refiriéndose despectivamente a otro: Efe safa efes defe lafas quefe tiefe nefen afas cofo defe sufu profo piafa miefer dafa…
Es a partir de olfatear la propia mierda que se desarrolla la capacidad de reconocer la ajena. Y de juzgarla. La mierda propia emerge, desde luego, en las poses, impostaciones e infinidad de falsedades en las que incurrimos, pero en tanto escritores, debemos ocuparnos ante todo de la que se materializa en nuestros discursos y palabras. Por eso, como decía no sé quién con muy buen tino, hacer una obra es, en gran medida, un trabajo de demolición. Hundirse en la contradicción de construir-se demoliendo-se.
Es de esta contradicción incesante, de esta agonía, de donde surge la libertad que permite a los creadores reconocer la falsedad y la impostación en lo que les rodea, y la que les da alguna autoridad moral para denunciarla. De otra forma sus palabras resultan doblemente huecas y más ridículas que las de aquellos que pretenden denunciar.
domingo, febrero 13, 2011
LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO
Fue después, al cabo de unas semanas, cuando se hizo evidente que las víctimas eran invariablemente personas muy obesas o flacas en extremo… Pero entonces ya era tarde, y el desprecio y el resentimiento alimentados durante décadas había prendido, y nada -ni los llamados de los líderes ni de los gobiernos-, lograron contener el estallido de odio cerval y primitivo.
Siempre fue así. Denme un motivo para matar y verás emerger en mí a un sicópata, a un auténtico asesino. Lo único que necesitamos es permiso. Permiso y legitimidad: Dios, la Patria, desde siempre fueron los mismos. ¿Pero esto? ¿Quién lo hubiera previsto?
Y así fue como los Gordos y los Flacos juraron combatir hasta el exterminio del enemigo.