martes, agosto 05, 2014

PÁJARO Y TORO

Toro alado. Origami de Daniel Naranjo

Entre un pájaro espantapájaros y un toro suicida se teje el dolor de mis quebrantos. El toro no soporta la belleza del pájaro, pues lo hace sentir monstruoso hasta el suicidio; el pájaro está escindido entre el deseo de plenitud y una oscura idea del deber que lo ata, y es así como siendo pájaro, es también espantapájaros.
            Pero yo soy el toro, soy el pájaro y el espantapájaros.
            Soy toro, búfalo y bisonte: La energía de la tierra me atraviesa y, como el gran toro que pintó Picasso en el Guernica, tengo el culo abierto y mi agujero expuesto, pero también mi verga poderosa y buena, pura como la tierra y como el viento. Soy el toro por siempre enamorado de la luna. Junto al río rasgo la arena hasta estampar mi huella. Casi naranjas mis ojos, el vaho de mi aliento brilla en la noche de búhos y estrellas, mientras cometas chisporrotean por el cielo.
            Y soy el pájaro partido en dos, escindido entre el deseo de belleza, plenitud,  libertad y goce, y la condena que me ata a la muerte del deseo. Preso de espaldas a la dicha, hermano de mi enemigo, condenado por la antigua bula que sentencia: “¡Jamás serás mío!”
            Hoy pájaro rompo mi cadena y mi condena, la maciza torre se desploma hecha añicos. Libre por fin el toro vuelo hacia el pájaro y juntos avanzamos hacia la enredadera de frutos y dorados caminos.
Pájaro y toro por fin unidos.
(1997)