jueves, agosto 27, 2020

EL TIGRE DE LA NOCHE

 

                                                                                              Para Gilda Pacheco

Devoró tu noble corazón el tigre de la noche.

Sigiloso y certero saltó sobre tu cuerpo

como una flecha.

Él no conoce la piedad.

Él no sabe de amistades.

Él no tiene hijos que lo lloren.

Acecha y salta sobre su presa

cuando menos se lo espera.

Es su naturaleza.

Él habita estos montes mucho antes que nosotros

viniéramos.

Sus garras rasgaron tu carne.

Sus colmillos rompieron tus huesos.

Sació su hambre y siguió su marcha

hacia el río cuyas aguas

nunca se secan.

Nosotros

te recordaremos junto a la hoguera.

Es duro, hermana, decirte adiós

ahora que los colibríes despiertan.

Silencio.

Ya se levanta el sol.

                                                                              27/8/20