miércoles, septiembre 23, 2020

ENCUENTRO


Como sombra de un almendro

llueve luz desde lo alto y me cobija.

Es Ella, que velándose se revela

y ocultándose, se muestra.

(No podría ser de otra manera,

pues tanta luz, tanta belleza,

cegaría a cualquiera.)

Presintiéndola, me presentía;

conociéndome, la conocía.

Lo que antes fue dolor, ahora es gozo.

Al hacerme hombre, me humaniza.

 

Setiembre, 2020