¿Con qué fantasearía Alonso Quijano si viviese hoy? ¿Cuál sería su delirio? ¿Cuál es el equivalente contemporáneo a la intoxicación de novelas de caballería que sufre el personaje de Cervantes? De vivir hoy, Alonso Quijano sería sin duda adicto a las teleseries enlatadas donde hallamos un pálido destello de heroísmo... Aquellas en que los héroes son médicos, o bien las otras en que son detectives o policías. El boom de novelas policiales al que asistimos en los últimos años, es desde luego una invitación a parodiar el género, y acaso haya autores que lo han hecho. Personalmente, me gustaría escribir una novela negra en clave paródica cuyo personaje central se llamase Alonso Quijano, un detective adicto a la lectura de El Quijote.