En memoria de Marielos Coto, agradecido.
Habrás de
llorar cuando asome en tu encía el primer diente
y también cuando
lo hagan el cuarto y el quinto,
y te
estremecerá el aroma del joven
que estampe
en tu boca el sétimo beso.
Maldecirás
a la quinta amiga en traicionarte
y con los
años te abismarás muchas veces
en el blanco
remolino del placer.
Paladearás en incontables
ocasiones la dicha
de alcanzar
lo que te proponías
venciendo
obstáculos que parecían insalvables
o sobreponiéndote
a tu propio escepticismo,
y también
innumerables veces conocerás la frustración
y la
impotencia ante retos que te superaban
o que rehuiste
por pura cobardía.
Muchas
veces, oh sí, más de las que desearías,
habrás de
llorar a un ser querido
y enmudecerás
con la rotundidad de su ausencia.
Pero solo
una vez has de morir
Y esa es
la pobreza
de la muerte.
3 de enero, 2017