domingo, enero 29, 2012

AFRICA EN ESPAÑA


 Durante años, asumí con resignación que en materia de corrupción política los latinoamericanos y los africanos éramos insuperables, pero ahora reconozco que me equivoqué, o al menos ya no estoy tan seguro.
En contra de lo que sugiere el título, esta nota no trata de la antigua presencia beréber en España, ni de cómo Gibraltar ha sido desde siempre una frágil frontera que invita a saltar sobre ella, como lo mostraron hace siglos almorávides y almohades y hoy las tristísimas “pateras” cargadas con migrantes hambrientos.. Ni siquiera la crisis galopante que se abate sobre Europa los ha detenido por completo, aunque desde luego su flujo disminuyó en los últimos tiempos.

Si hablamos aquí de la sombra africana sobre España es más bien para evocar a Idi Amín Dada, Laurent Kabila, el togolés Eyadema, el inefable Bokassa , el incombustible Bongo o los astutos Mubárak y Gadafi, entre otros celebérrimos pillos africanos... Pues como los males nunca llegan solos, de la mano de la crisis del Euro se abatieron sobre la península ibérica innumerables escándalos de corrupción política que involucran a personajes conspicuos de los dos principales partidos políticos, y hasta a algún familiar político del Rey.

Se trata de un colorido ramillete de picardías que, si no hubiera millones de por medio, cabría calificar de tragicómicas, como la del aeropuerto de Castellón, una pequeña ciudad en la comunidad de Valencia. El aeropuerto se construyó a un costo cercano a los 150 millones de euros, y al momento no ha recibido un solo avión ni se prevee que lo haga en el futuro próximo. De la factura, al menos 300 mil euros corresponden a la estatua de 24 metros de altura que se mandó a hacer su promotor, Carlos Fabra, presidente de la diputación local, quien declaró el día de la inauguración:
"Hay quien dice que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones. No han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar la terminal o caminar por la pista de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones. Es un aeropuerto para las personas." Ah bueno, ya entendimos, menos mal... Rescindir el contrato con la concesionaría costaría 80 millones, mientras que mantenerlo, aún sin recibir aviones, reprsentará una cuarta parte de ese monto. Por ello, es probable que en el futuro cercano el aeropuerto sin aviones de Castellón se convierta en una atracción turística al estilo de los pueblos fantasmas del oeste norteamericano... Al menos eso aportaría algunos reales a las esfondadas arcas de la comunidad valenciana, hoy en plena bancarrota.  

Otro caso pintoresco, por decir lo menos, es el del exdirector general de trabajo de Andalucía, Francisco Guerrero, que administraba un fondo de más de 647 millones de euros, de los cuales cedió generosamente cientos de miles a su suegra y a otros familiares, así como a varias cónyuges de dirigentes sindicales andaluces. Guerrero no tuvo reparos en disponer alrededor de un millón para que él y su chófer los consumieran en cocaína, alcohol y francachelas, según declaró al juzgado el segundo. Así cualquiera es socialista... Las irregularidades superan los 10 millones de euros.

Los expresidentes de comunidades autónomas de Valencia y Baleares, Francisco Camps y Jaume Matas, respectivamente, ambos del Partido Popular, también encaran sendos procesos penales por corrupción, prevaricato, tráfico de influencias y otras lindezas. El primero comparece en un rocambolesco caso que la prensa suele llamar “el caso de los trajes” o “la trama Gurtel”. Básicamente se lo acusa de favorecer a una red de empresarios corruptos en la concesión de millonarias obras, a cambio de unos cuantos trajes de lujo para su guardarropas y de alguna cosa más. Lo de su colega Matas es similar, aunque el embrollo jurídico se centra en irregularidades en torno a la contratación de un periodista encargado de escribir sus discursos. Más allá de los escándalos de corrupción alrededor de estos conspícuos personajes, bajo su presidencia se impulsaron obras públicas faraónicas, a menudo de dudosa utilidad y a costos extravagantes, en el supuesto de que de esa forma colocarían a sus regiones en el mapa internacional e impulsarían el desarrollo local. Hoy por hoy, Valencia es la región más endeudada de España (¡lo que ya es decir!); el Gobierno Central ha debido acudir en su auxilio para pagar bonos que vencidos, calificados como “bonos basura” por las calificadoras de riesgo.

La joya de la corona -y nunca mejor dicho esto- es el escándalo alrededor de Iñaqui Urdagarin, esposo de la Infanta Cristina y yerno del Rey Don Juan Carlos, formalmente llamado a declarar en relación con la apropiación indebida de varios cientos de miles de euros de las arcas públicas y de notorias irregularidades en sus declaraciones impositivas, valiéndose tanto de empresas como de fundaciones pretendidamente benéficas.

Así las cosas, lo de los expresidentes de Costa Rica parece apenas un juego de niños, la obra de aprendices aplicados y, como siempre, deseosos de emular a sus maestros del mundo desarrollado y rico. Ya lo decía el gran Pedro Navajas: ¡la vida te da sorpresas...!