Durante años, asumí con resignación que en materia de corrupción
política los latinoamericanos y los africanos éramos insuperables,
pero ahora reconozco que me equivoqué, o al menos ya no estoy tan
seguro.
En contra de lo que sugiere el título, esta nota no trata de la
antigua presencia beréber en España, ni de cómo Gibraltar ha sido
desde siempre una frágil frontera que invita a saltar sobre ella,
como lo mostraron hace siglos almorávides y almohades y hoy las
tristísimas “pateras” cargadas con migrantes hambrientos.. Ni
siquiera la crisis galopante que se abate sobre Europa los ha
detenido por completo, aunque desde luego su flujo disminuyó en los
últimos tiempos.
Si hablamos aquí de la sombra africana sobre España es más bien
para evocar a Idi Amín Dada, Laurent Kabila, el togolés Eyadema, el
inefable Bokassa , el incombustible Bongo o los astutos Mubárak y
Gadafi, entre otros celebérrimos pillos africanos... Pues como los
males nunca llegan solos, de la mano de la crisis del Euro se
abatieron sobre la península ibérica innumerables escándalos de
corrupción política que involucran a personajes conspicuos de los
dos principales partidos políticos, y hasta a algún familiar
político del Rey.
Se trata de un colorido ramillete de picardías que, si no hubiera
millones de por medio, cabría calificar de tragicómicas, como la
del aeropuerto de Castellón, una pequeña ciudad en la comunidad de
Valencia. El aeropuerto se construyó a un costo cercano a los 150
millones de euros, y al momento no ha recibido un solo avión ni se
prevee que lo haga en el futuro próximo. De la factura, al menos 300
mil euros corresponden a la estatua de 24 metros de altura que se
mandó a hacer su promotor, Carlos Fabra, presidente de la diputación
local, quien declaró el día de la inauguración:
"Hay quien dice que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones. No han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar la terminal o caminar por la pista de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones. Es un aeropuerto para las personas." Ah bueno, ya entendimos, menos mal... Rescindir el contrato con la concesionaría costaría 80 millones, mientras que mantenerlo, aún sin recibir aviones, reprsentará una cuarta parte de ese monto. Por ello, es probable que en el futuro cercano el aeropuerto sin aviones de Castellón se convierta en una atracción turística al estilo de los pueblos fantasmas del oeste norteamericano... Al menos eso aportaría algunos reales a las esfondadas arcas de la comunidad valenciana, hoy en plena bancarrota.
"Hay quien dice que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones. No han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar la terminal o caminar por la pista de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones. Es un aeropuerto para las personas." Ah bueno, ya entendimos, menos mal... Rescindir el contrato con la concesionaría costaría 80 millones, mientras que mantenerlo, aún sin recibir aviones, reprsentará una cuarta parte de ese monto. Por ello, es probable que en el futuro cercano el aeropuerto sin aviones de Castellón se convierta en una atracción turística al estilo de los pueblos fantasmas del oeste norteamericano... Al menos eso aportaría algunos reales a las esfondadas arcas de la comunidad valenciana, hoy en plena bancarrota.
Otro caso pintoresco, por decir lo menos, es el del exdirector
general de trabajo de Andalucía, Francisco Guerrero, que
administraba un fondo de más de 647 millones de euros, de los cuales
cedió generosamente cientos de miles a su suegra y a otros
familiares, así como a varias cónyuges de dirigentes sindicales
andaluces. Guerrero no tuvo reparos en disponer alrededor de un
millón para que él y su chófer los consumieran en cocaína,
alcohol y francachelas, según declaró al juzgado el segundo. Así
cualquiera es socialista... Las irregularidades superan los 10
millones de euros.
Los expresidentes de comunidades autónomas de Valencia y Baleares,
Francisco Camps y Jaume Matas, respectivamente, ambos del Partido
Popular, también encaran sendos procesos penales por corrupción,
prevaricato, tráfico de influencias y otras lindezas. El primero
comparece en un rocambolesco caso que la prensa suele llamar “el
caso de los trajes” o “la trama Gurtel”. Básicamente se lo
acusa de favorecer a una red de empresarios corruptos en la concesión
de millonarias obras, a cambio de unos cuantos trajes de lujo para
su guardarropas y de alguna cosa más. Lo de su colega Matas es
similar, aunque el embrollo jurídico se centra en irregularidades en
torno a la contratación de un periodista encargado de escribir sus
discursos. Más allá de los escándalos de corrupción alrededor de
estos conspícuos personajes, bajo su presidencia se impulsaron
obras públicas faraónicas, a menudo de dudosa utilidad y a costos
extravagantes, en el supuesto de que de esa forma colocarían a sus
regiones en el mapa internacional e impulsarían el desarrollo local.
Hoy por hoy, Valencia es la región más endeudada de España (¡lo
que ya es decir!); el Gobierno Central ha debido acudir en su auxilio
para pagar bonos que vencidos, calificados como “bonos basura”
por las calificadoras de riesgo.
La joya de la corona -y nunca mejor dicho esto- es el escándalo
alrededor de Iñaqui Urdagarin, esposo de la Infanta Cristina y yerno
del Rey Don Juan Carlos, formalmente llamado a declarar en relación
con la apropiación indebida de varios cientos de miles de euros de
las arcas públicas y de notorias irregularidades en sus
declaraciones impositivas, valiéndose tanto de empresas como de
fundaciones pretendidamente benéficas.
Así las cosas, lo de los expresidentes de Costa Rica parece apenas
un juego de niños, la obra de aprendices aplicados y, como siempre,
deseosos de emular a sus maestros del mundo desarrollado y rico. Ya
lo decía el gran Pedro Navajas: ¡la vida te da sorpresas...!