lunes, enero 06, 2025

EL CENTRO Y EL CULO DEL MUNDO

Resulta inevitable que cada uno de nosotros se considere de alguna forma “el centro del mundo”, puesto que somos el punto focal desde el cual se organizan nuestras percepciones y experiencias. Parecido ocurre con la historia: al enfocarse en un territorio o una jurisdicción, esta se convierte en el punto focal a partir del cual se organiza lo demás. En el relato de la historia de Costa Rica, esta se convierte en “el centro del mundo”, al menos del mundo relatado, se entiende.  Tal vez por ello, a menudo olvidamos que durante los tres siglos del coloniaje español, Costa Rica fue, metafóricamente hablando, “el culo del mundo”, es decir, una especie de Los Chiles de Upala: el extremo sur de la frontera sur del Virreinato de Nueva España / México, colindante con la frontera noroccidental del Virreinato de Nueva Granada / Colombia. Se ha insistido mucho en la pobreza colonial de Costa Rica, menos en el carácter tardío de su colonización y en esta condición fronteriza. Además de “frontera” ecológica (“entre mares y entre continentes”) y de frontera cultural (culturas de origen mexicano y de origen macrochibcha), Costa Rica fue también frontera jurisdiccional o administrativa.