viernes, mayo 12, 2017

ESCRIBIR



A esta altura de mi vida, entiendo la escritura como un ejercicio de lucidez o, al menos, como una tentativa o una aspiración a la lucidez. Pero lucidez no es sinónimo de racionalidad, ni mucho menos de intelectualismo. En la lucidez interviene todo el cuerpo, todo el ser, incluyendo los recuerdos, las vivencias, las emociones, la imaginación. La lucidez así entendida no pretende explicar algo (es decir, revelarlo en términos de causa-efecto), sino iluminarlo, es decirpresentarlo con la mayor claridad posible, incluyendo sus silencios, vacíos, misterios y contradicciones.