lunes, noviembre 07, 2005

Texto, tejido, tapiz...

Componer un texto como un tejido: no solo hilando diferentes historias o hilos narrativos, sino superponiendo a ellos “encajes” y “bordados”, es decir, otros planos textuales. Estas “figuras” sobreimpuestas a los hilos propiamente narrativos, serían las encargadas de darle riqueza, profundidad y relieve al tejido. Desde este punto de vista, el arte máximo es el tapiz, donde los hilos son los que dibujan o “componen” las imágenes o figuras. De alguna forma, algo de esto se adivina en el “Cuarteto de Alejandría” de Durrell. Las narraciones dibujan una suerte de figura plástica, de mosaico que solo es visible al final. Esta es otra forma de acceder a la alegoría, a ese “segundo nivel” de significación que es lo que diferencia, muchas veces, una obra literaria de una simple anécdota.